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Sugerencia para amenizar la lectura

Te diría que fuéramos a llorar al río Bravo pero debes saber que ya no hay río ni llanto, no sólo son un par (¿o uno solo?) de versos; son también una verdad que se desprende de la experiencia de los habitantes de la franja fronteriza Ciudad Juárez-El Paso durante los últimos años en los que la violencia se encrudeció en la región. El poemario del juarense Humberto Chávez, con el que ganó el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes en 2013, es un encuentro violento con la memoria, la muerte y la vida. Dividido en cuatro partes (Crónicas, Fotogramas, Poemas desde la autopista y Dagas), su obra hace un recorrido a través del cual obliga al lector a repensar el pasado siniestro que sacudió a la frontera. Aún hoy, pese el nuevo florecimiento de la zona, se siguen padeciendo las consecuencias de la guerra contra el narcotráfico que sembró miles de cuerpos sin vida. En ese sentido, la voz del poeta se alza ante el silencio y la ausencia de la justicia, pues sus versos son una reflexión personal, filosófica, moral y estética sobre los hechos relatados: “y no alcanzó a ver que empezaron a caer como moscas / primero los del otro lado de la ciudad / luego los de la colonia contigua más tarde los conocidos / después los vecinos / y finalmente el atardecer nos regaló la muerte del amigo y del hermano”.

Rio Bravo - cuenca seca

Lo siniestro ha dejado una marca indeleble en la tierra que sacudió, pero quizás el rastreo de sus huellas pueda definir la identidad de esta frontera. Desde entonces, ha sido difícil convivir con la “verdad”, y el olvido parece más reconfortante que el recuerdo. Mas no podemos hacer borrón y cuenta nueva, pues la recuperación de la memoria es la única advertencia que poseemos para el futuro. Entre el recuerdo y el olvido, la poesía de Chávez opera como una potencia reveladora, que narra lo sucedido en una época en que la muerte bailaba gozosamente en nuestro hogar. No todas las preguntas serán respondidas por la poesía o el arte, mas es importante considerar todas las versiones, relatos e historias contados porque sólo así podemos adueñarnos del pasado para reconstruirlo, sanando las heridas que secaron al Río y a nuestro llanto: “Miedo se llama la avenida que se extiende llena de luces y / sin autos un sábado a las 10 de la noche en la frontera norte”.

Rio Bravo – La valla

Te diría que fuéramos al río… no sólo versa las experiencias de Ciudad Juárez y El Paso, pues las fronteras se ciernen a lo largo y ancho del globo terráqueo. Así, mientras que la región se recupera lentamente, en un estado de vigilia, es testigo de cómo en otros lugares se repiten las mismas tragedias de siempre. Los poemas del poeta juarense dicen mucho y nada a la vez; cada una de sus palabras va enterrando en una tumba permanente la vida, la esperanza y el amor. Mas no todo en su poemario huele a muerte y sufrimiento; en ocasiones en medio de la violencia y el caos, surgen escenas inesperadas que se alzan ante nuestros ojos como cisnes que anuncian la esperanza: “me estrello en el tiempo los vacíos me sangran pero voy en busca / de ese nuevo comienzo”.

Chavez - Te diria que

Aunque nada de lo que yo pueda decir vale más que tu propia lectura. Da clic aquí para ver la obra. Aunque también, si quieres la puedes comprar.

Lizzette González

Poemas citados

  • “Crónica de mis manes”
  •  “Siete postales del fin del mundo”
  •  “Conduzco un Honda blanco por el palacio de la luna”